La
política tiene dos fases, una arquitectónica, de construcción y otra agonal, de
lucha. Si el radicalismo intenta recuperar el gobierno de la Ciudad está
nuevamente equivocando la estrategia. Busca seducir a Gabriela Michetti y a un sector
del PRO creyendo que sin dar batalla puede obtener la vicejefatura para Losteau
y medio gabinete en un hipotético cogobierno con el macrismo residual. Craso
error. UNEN se equivoca al elegir ocupar el cómodo lugar de primera minoría en
la Legislatura que hasta el año pasado le correspondía al Frente para la
Victoria, negociando y votando una por una las leyes que el Jefe de Gobierno le
exigía a cambio de un puñado de cargos en distintos organismos de control, en
vez de poner como objetivo la protección de los intereses de los vecinos de los
distintos barrios porteños que sufren día a día las iniciativas legislativas
PROempresariales que diezman su calidad de vida, sin asumir el rol de verdadera
oposición que represente los intereses de todos los porteños y se contraponga a
estos siete años de despilfarro del erario público que se puede resumir la
gestión de Mauricio Macri al mando del Gobierno de la Ciudad. Sin luchar, sin
poner en funcionamiento la arista contenciosa de la política que signifique la
expresión pública de los enormes desaciertos de este proceso macrista, sin
denunciar la desidia en el manejo y el abandono de la gestión del Estado, sin
dar a luz los negociados de Larreta y sus esbirros, NUNCA se llegará a la
victoria en las próximas elecciones. Porque si nos callamos, somos cómplices.
La tibieza, en política, a la larga de nada sirve. Por eso, para ganar hay que
enfrentar a los mentirosos, a los ladrones de guantes blancos, a los caras de
piedra que gobiernan la Ciudad y decirles que dejen de mentir, de robar y si no les importa el bienestar de los vecinos,
que vamos sacarlos a patadas. Con la fuerza de los votos como una vez lo hizo
el doctor Raul Alfonsín en esa lejana noche de un octubre de otro siglo. Están
a tiempo de recapacitar, aún no es tarde. Pero si no cambian y los días siguen
pasando creo que el panorama para UNEN es oscuro. Mucho más oscuro y peligroso
si las elecciones del año que viene se unifican y Graciela Ocaña es la elegida
por Sergio Massa para dar la pelea por la Ciudad. Candidata ideal para bajar de
ese pedestal de “somos todos amigos” en
el que se lo ve tan cómodo a Martín “Guga” Losteau.
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