domingo, 5 de octubre de 2014

Crisis de la mitad de la vida. Dios no existe. Por supuesto. Paraíso en Maui con la 7 mares sonando a full y Juan preparando un asado. Sol, playa y chau budismo. No soporto el estanque de mi vida. Entre cuatro paredes que conforman el minicubo. Por suerte existe Pastoral que ya no existe. Me mata de nostalgia su pertenencia al pasado. No puedo hacer un haiku. Quiero morirme y desaparecer. Que el cosmos me engulla para siempre. Renacer? Para qué? Para más de ésto? No señor... Solo en la mas profunda e impenetrable soledad, acompañado y lleno de nada. Perdido. Es el fin?

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